Pèter Erdö, líder de la Iglesia húngara con una carrera meteórica
MADRID, 28 Febrero de 2013
   Pèter Erdö (Budapest, 61 años), cardenal arzobispo de Esztergom-Budapest y presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa, es el líder de la Iglesia húngara y uno de los primeros obispos del nuevo milenio, nombrado por Juan Pablo II.
   "Ha tenido una carrera eclesiástica meteórica, pero a la vez muy homogénea. Es una persona muy valiosa", asegura en declaraciones a Europa Press el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Navarra Eduardo Molano, que fue el padrino de Erdö durante su nombramiento, en 2011, como 'doctor honoris causa' de esta universidad, y le conoce desde los años noventa.
   Se doctoró en Teología y Derecho Canónico por la Pontificia Universidad de Lateranense (Roma), fue ordenado sacerdote en 1975, prosiguió sus estudios en Roma hasta 1980, volvió a Hungría y, durante los ocho años siguientes se dedicó a la docencia del Derecho Canónico en el seminario de Budapest.
   Ocupó diversos cargos en la curia, así como en la Conferencia Episcopal húngara, como secretario en la Comisión de Derecho Canónico, en 1986. "Desde ese momento, empezó a contar y a ser una pieza importante en la Iglesia de Hungría", asegura Molano, pues unos años después, en el 2000, fue consagrado por el Papa Juan Pablo II y designado arzobispo de Esztergom-Budapest, en 2002.
   Este purpurado participó como elector en el Cónclave del que salió elegido Benedicto XVI, en 2005, el mismo año en que Erdö fue nombrado presidente de la Conferencia Episcopal de Hungría y de las Conferencias Episcopales de Europa (2006). De ambos órganos ha sido reelegido.
   El cardenal Pèter Erdö es miembro de la Congregación para la Educación Católica del Vaticano, del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos y del Tribunal de la Signatura Apostólica.
   Además, por su conocimiento del mundo universitario y académico, fue designado por Benedicto XVI para resolver el conflicto de la Pontificia Universidad Católica de Lima (Perú), que la Santa Sede dejó de considerarla como tal. "Este ha sido uno de los últimos encargos que ha hecho Benedicto XVI en su Pontificado", asegura el profesor Molano.
"SENCILLO, CERCANO Y DE TRATO EXQUISITO"
   Entre los rasgos de la personalidad de Erdö, más valorados entre quienes le conocen, destaca su "sencillez, cercanía, gran capacidad para relacionarse con los demás y muy trabajador", según Molano, que asegura que ha colaborado con la Facultad de Derecho de la Universidad de Navarra y ha estado en numerosas ocasiones en Pamplona.
   El dominio de varios idiomas --inglés, italiano y alemán--, el conocimiento del castellano y su trato exquisito hacen de Erdö un "buen diplomático en el sentido positivo de la palabra". A juicio del canonista español, el hecho de que este cardenal haya vivido bajo el comunismo, en unas cicunstancias adversas para un católico, le ha dotado de una "gran capacidad para saber tratar a las personas".
   De la última vez que visitó la Universidad de Navarra, Molano destaca como anécdota la "sencillez" con la que afrontó la investidura como 'doctor honoris causa', así como su "docilidad" en los ensayos de la misma. "Preguntó al encargado de organizar el acto cómo tenía que ir vestido y éste le contestó que como quisiera, aunque se trataba de un acto solemne. Finalmente, apareció en la ceremonia sin ningún distintivo de cardenal porque no quería llamar la atención", explica.
   Como Papa puede aportar, según Molano, su experiencia humana, que ha sido "muy dura", como la de Juan Pablo II, pues "ambos crecieron en un ambiente adverso y han ido a contracorriente". "Es una persona abierta, con gran formación teológica y canonística, con experiencia pastoral y de gobierno", concluye.
Fuente: EUROPA PRESS