El equipo de conservación del Zoobotánico de Jerez de la Frontera (Cádiz) se encuentra ya realizando los trabajos necesarios previos al traslado del elefante Buba al Sóstó Zoo de Hungría, que tendrá lugar en la primera semana del próximo mes de octubre, donde el paquidermo formará parte de un grupo familiar y podrá reproducirse.
JEREZ DE LA FRONTERA (CÁDIZ), 22 de septiembre de 2011 (EUROPA PRESS)
De esta manera, se pone en marcha una operación, que será también supervisada por técnicos especialistas del zoo húngaro, decidida por el equipo conservador el pasado mes de febrero "pensando solo y exclusivamente en el bienestar del animal", según ha explicado el Ayuntamiento jerezano en un comunicado.
Con esta decisión Buba convivirá, a partir de ahora, con un grupo de elefantes, lo que hará posible que sea madre y conozca la vida en familia, algo "muy importante para su desarrollo", ya que estos animales necesitan tener una vida en sociedad.
En un primer momento se decidió trasladarlo la pasada primavera pero debido al calor se estimó más oportuno esperar la llegada del otoño. Desde el Zoo jerezano aseguran que cumplidos los objetivos reproductores, Buba podrá volver a sus instalaciones.
De cara a su próxima marcha al zoo de Hungría, el zoobotánico jerezano ha organizado el próximo sábado una jornada festiva dedicada a Buba, con actividades que consistirán en la realización de mensajes con buenos deseos que volarán en globo, así como el reparto de mil caretas de elefante, para recortar y colorear por los niños, y así llevarlas como regalo y recuerdo de Buba.
Buba llegó a Jerez siendo un bebé, el 11 de marzo de 1988, procedente del Parque Nacional de Etosha, en Namibia (África). Los elefantes necesitan mucho espacio para vivir, así que en la reserva donde vivían, debían de hacer una caza selectiva y de esta forma deshacerse de 14 crías. Cuando el Zoo tuvo noticias de ello, se puso en acción para salvar a una de aquellas crías, apoyados por muchas empresas jerezanas, que se sumaron a la iniciativa para llevar a la ciudad a un elefante africano.
Nada más llegar, los niños le pusieron a través de un concurso de nombre Buba. Entre las muchas anécdotas a destacar en aquella fecha fue el acto de generosidad de una niña llamada Helga Manzano, que rompió su hucha para ayudar a Buba a venir a la ciudad.